Es mediodía en el centro internacional de Bogotá, una mujer en ropa interior súbitamente se arroja a las ruedas de un Transmilenio. ¿De dónde ha salido?
A menos de 2 cuadras, se encuentra el Bar “Asilo” el lugar en donde ella trabajara meses atrás.
La puerta se encontraba de par en par, al parecer, un ladrón intentó robarse los equipos, paradógicmanerte la ropa de Gabriela se encontraba regada en la mitad de la pista de baile, y al fondo, en la bodega del bar se encontró una nota de suicidio en la cual, Gabriela se despedía de Mauricio, aparentemente el Barman del lugar.
“La nena era muy explícita”, menciona un testigo anónimo que menciona cómo en un sórdido cuarto al fondo del bar, Gabriela Duarte, la joven muerta y una persona “No identificada” compartían oscuras perversiones, entre ellas la hipoxifilia, una costumbre sexual que inclulle la asfixia con camino para llegar al clímax sexual.
“Hermano, no jueguen con eso que en cualquier momento quedan fríos, como en el imperio de los sentidos” complementa el testigo
Ese día, se encontró en el cuarto la bolsa de plástico, el cinturón y el resto de objetos sexuales que describiría el testigo.
¿Qué fue lo que pasó?… pues nada explica cómo termina a medio día, en la mitad de la calle.
¿Robo? ¿Auto robo? ¿Conflicto pasional?… probablemente jamás lo sepamos